El reciente caso ocurrido en el Reparto España, Managua, donde una mujer fue detenida acusada de haber asesinado a su pareja sentimental con una estocada en el cuello, ha generado debate sobre la violencia intrafamiliar y el delito de parricidio en Nicaragua. Según el abogado penalista Dr. Kenthyn Téllez, este tipo de hechos son poco comunes en el país, especialmente cuando la agresora es una mujer.
¿Qué es el delito de parricidio según la legislación nicaragüense?
El Dr. Téllez explicó que el parricidio se configura cuando una persona priva de la vida a otra con quien tiene un vínculo familiar o afectivo reconocido por la ley. En este caso, la acusada habría actuado con ventaja al usar un objeto cortopunzante, y las investigaciones preliminares señalan que la víctima sufría violencia por parte de su pareja.
«No es un hecho común, es un caso aislado. Según lo que conocemos, este hombre venía sufriendo violencia, y la conducta de esta mujer encuadra en el delito de parricidio,» afirmó el abogado.
Diferencia entre parricidio y femicidio
El experto en derecho penal destacó la diferencia entre parricidio y femicidio, indicando que, aunque ambos delitos implican la privación de la vida de una pareja, el femicidio está contemplado bajo la Ley 779 y aplica específicamente cuando un hombre asesina a una mujer bajo ciertas circunstancias de violencia de género. En el caso inverso, donde una mujer mata a su pareja masculina, el delito tipificado es el de parricidio.
Violencia hacia hombres: un problema invisible
Uno de los aspectos más controversiales de este caso es la denuncia de violencia sufrida por la víctima en manos de su pareja. El Dr. Téllez señaló que en Nicaragua los hombres enfrentan barreras culturales que dificultan denunciar estos hechos, debido a la cultura machista y al temor a ser ridiculizados.
«Los hombres no denuncian porque temen burlas, especialmente en una sociedad patriarcal como la nuestra. Muchas veces, quienes reciben las denuncias no toman en serio a los hombres que sufren violencia,» agregó.
La recomendación para quienes se encuentran en relaciones violentas es clara: buscar ayuda psicológica y alejarse de la persona agresora, evitando que las situaciones de conflicto escalen a tragedias.
Posible condena para la acusada
De ser declarada culpable, la mujer podría enfrentar una condena de 15 a 20 años de prisión. Este caso destaca la importancia de abordar la violencia intrafamiliar desde una perspectiva integral, donde se reconozca que tanto hombres como mujeres pueden ser víctimas y victimarios en este tipo de delitos.