El consumo de alcohol y la conducción son una combinación letal, y la tragedia ocurrida la madrugada del 13 de enero de este año es un triste recordatorio de ello. Hugo Fernando de Jesús Mendoza Altamirano, un joven recién graduado de Odontología de 22 años, fue condenado a 13 años de prisión por homicidio doloso tras causar la muerte de Ruth del Carmen Zapata Gaitán, una ciclista de 53 años que se encontraba haciendo ejercicio.
El informe policial reveló que el dueño de la camioneta, quien también había ingerido licor, entregó el volante a Hugo debido al cansancio. Lamentablemente, el joven también había consumido alcohol y se quedó dormido al volante, resultando en un accidente fatal.
El Dr. Kenthyn Téllez, Master en Derecho Penal, lamentó profundamente la pérdida de la vida de una persona que solo intentaba mantenerse en forma. “Duro es truncarle la vida a una persona, a una persona profesional, a una persona que andaba haciendo ejercicio en su bicicleta, a una persona que es una persona de bien y dejó a una familia en la orfandad”, expresó Téllez, destacando la gravedad de las consecuencias de la irresponsabilidad al volante.
En otro caso similar, el Dr. Téllez también comentó sobre un dueño de un bus que fue procesado junto con su conductor, después de que ambos consumieron alcohol antes de un fatal accidente de tránsito. “El dueño de la unidad de transporte estaba ingiriendo licor con el conductor, y después, a sabiendas de que el conductor estaba tomado, lo dejó manejar. Tenía de igual forma responsabilidad como el conductor, por eso los procesaron a los dos”, afirmó el experto en derecho penal.
Este tipo de incidentes son devastadores para ambas familias involucradas, y el Dr. Téllez insta a una reflexión seria sobre la importancia de la responsabilidad al volante. “La reflexión en este caso es: dejen de ingerir alcohol si van a manejar. Ahógate en alcohol si quieres, pero lleva a una persona designada para que maneje porque te sale más fácil. Le vas a pagar a un conductor unos 20 dólares el día y te economizas una gran cantidad de dinero, y tu libertad no tiene precio”, concluyó.
La Policía Nacional de Tránsito confirmó que en la prueba de alcoholemia, Hugo dio como resultado 1.87 grados de concentración de alcohol por litro de sangre, subrayando la gravedad de su estado al momento del accidente.
